MaS nErViOsA qUe LeChoN eN NaVidAd...

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viernes, 29 de octubre de 2010

SUEÑOS

Como todos, me paso la vida soñando con poder cumplir mis sueños.
Es tremendamente confuso tener que "despertar", porque los sueños sólo se cumplen cuando estamos despiertos.
¡Cinco minutos más necesito, cinco minutos más quiero!
Como cuando en las mañanas atraso el despertador, para soñar un poco más...

Vero C.

LA SOMBRA

Curiosidades de la CRISIS...

A veces cuando camino por la calle, veo que se proyecta no sólo mi sombra; sino mi doble sombra.
Y ahí es, cuando tengo la sensación de que mi alma me persigue.


Vero C.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

PARQUE DE DIVERSIONES

A veces creo que transitar esta crisis es como ir a un PARQUE DE DIVERSIONES.

Hay semanas que me siento dentro de una MONTAÑA RUSA emocional:

Un día cuesta arriba, otro día cuesta abajo, otro día a mil, otro día en un recta interminable...
Y cuando creo que ya se está por terminar:
¡Rulo, rulo, doble rulo! y ...mareo total.

Otras, me encuentro en una especie de TREN FANTASMA:

Mis crisis pasadas me acosan, mi crisis presente me da miedo y mis crisis futuras me dan terror.

Una SAMBA que me sacude (como la realidad), las "TAZAS LOCAS" que me marean al pedo (como los pensamientos) y el bastante cuestionable "BARCO PIRATA" que nunca zarpa para ningún lado (como ésta crisis); son otras de las opciones que manejo.
Siempre me queda el CARROUSELL, pero está sólo permitido para menores de 12 años...


Vero C.

Una reflexión

Ayer escuché la siguiente frase de un artista:

"Cuando uno no encuentra un tema del que hablar, entonces el tema es uno".

Un iluminado...
Hace 28 años que vengo monologando conmigo misma y sigo sintiendo que no llego a comprenderme.

Vero C.

miércoles, 18 de agosto de 2010

STOP/PARE

Estoy en ese punto del camino donde me detengo y me pregunto:

- "¿Vero, qué querés hacer vos de tu vida?"

y me respondo:

- "Vero, no tengo la más puta idea..."

Jodido círculo vicioso que ya estoy aburrida de transitar.
Mientras encuentro la salida, sigo circulando a contramano...

Vero C.

domingo, 18 de julio de 2010

¿UN TALLE MÁS, TENÉS?

Es increíble darme cuenta que el desconcierto en la crisis de los 28 es total y no sólo tiene que ver con la cabeza sino también con el cuerpo.
Resulta que hace un par de añitos nomás (como 10 más o menos) ir de compras para mí era tan fácil como respirar.
En aquellos tiempos cualquier pantalón, remera, vestido y hasta traje de baño que me probara me quedaba pintado.
Mis problemas se reducían a convencer a mis viejos que me lo compraran, encontrar el color que me gustara y asegurarme que nadie de mi círculo íntimo de amigas tuviera el mismo.
Hoy cada vez que salgo de compras, la vejez se me viene encima:
Empezamos con el momento en el que la empleada del local me dice: "SEÑORA" (¡¿señora?!)
Seguimos con que me encuentro a mí misma, mirando "LA CALIDAD DE LAS TELAS" (¡para que dure!)
Agregamos que me doy cuenta, que lo que estoy buscando es ropa que me haga ver "CANCHERA" (palabra absolutamente retro)
Finalizando con la pregunta, a la ya mencionada empleada irrespetuosa:
"¿Vos crees que esto lo usan las chicas de mi edad"? (sin comentarios...)
Como si fuera poco termino la tarde decidiendo que se acabó esta crisis.
¡Basta de tanto pensar y repensar, voy a tomar las riendas de mi vida; voy a cambiar!
Entonces me hago un valiente corte de pelo (porque las mujeres empezamos cambiando desde afuera hacia adentro), que minutos más tarde, la gente asegura, me hace ver cada vez más parecida a mi madre...
Vero C.

martes, 6 de julio de 2010

ANTES Y DESPUÉS

Oficialmente estoy en el punto de mayor “solitariedad” y conflicto conmigo misma, de lo que llevo en esta crisis de los 28 años.
Esto lo pude ver clarísimo cuando me encontré esta tarde a mí misma: COMPRANDO UNA PLANTA.
Parece una tontería, pero yo creo que hay un ANTES y un DESPUÉS en la vida de una mujer desde el momento en que decide comprarse una planta.
Ahí estaba yo en el supermercado, buscando sentirme diferente, cuando tuve la necesidad de comprarme una planta.
Ya es hora pensé, de comprar y cuidar mi propia planta.
No puedo decir que fue amor a primera vista (antes había visto una más grande; mucho más imponente) pero después vi a esta que era más como yo me siento ahora: chiquita, escondida casi pasando desapercibida entre un montón de plantas.
Pensar que me reí tanto de una amiga que (en uno de sus momentos más críticos) también se compró una planta y estaba fascinada poniéndole nombre, luces para navidad y sacándole fotos a mansalva…Que locura…
Y aquí estoy yo, comprando una planta.
¿Para qué, para mirarla, para adornar la casa, para angustiarme de nuevo por si la regué o si veo que se seca, para hablarle? Probablemente sí, para todo eso.
Nunca entendí las personas que le hablan a las plantas, le dije a mi planta Hermosa, mientras volvía con ella caminando del supermercado.
“Hermosa” es el nombre que le puse, ya sé que no es original; pero es más original seguro que ponerle “Linda”.
La mala noticia para vos, continué, es que hasta ahora todas las plantas que he tenido se me han secado o podrido; es como una especie de maldición cuyo primer eslabón parezco ser yo; porque mi abuela y mi mamá tienen eso que hacen de un yuyo un rosal con moños y todo. Maña quizás; magia tal vez…
La buena noticia, es que esas plantas que tuve anteriormente, fueron de "flores" y vos sos una planta de "hojas"; además es la primera vez que yo compro una planta porque las anteriores me la encajaron.
Así es que Hermosa, no todo está perdido, quizás esta sea para las dos: una nueva oportunidad